Señora, riegue usted sus gardenias.
Riéguelas por las mañanas,
Cuando el sol esté a sotavento,
cuando lo niños bajen la empedrada calle rumbo al colegio.
La verán sonriente,
Se dirán para si
-La señora de las gardenias,
la señora del perfume,
la señora de los chinos.
Y los verá sonriente
y seguirá regando, como cada mañana,
sus gardenias.