
Anoche soñé con tus dedos,
Pero no era tuyos, eran míos.
¡Quiero dejar de soñarte!
Mas, quiero tenerte.
Mis ojos no llora, hablan
lamentan tu ausencia,
cantan tu silencio.
A tu boca, escrita con ternura
Se la lleva el viento;
Sopla sobre tú lengua y susurra
habla de mí y de ti, de ninguno.
El amor vacío se mece en tus caderas,
laberinto mítico
como minotauro busco tu tesoro,
ninfa mística, ¡Me ciega tu visión!
Para el tercer acto…
Ya no queda nada.